El marido aceptó que se follaran a la mujer en la cocina del restaurante
El cliente que quedó encantado con la gordita pelirroja francesa no se imaginaba que el dueño del restaurante era su marido. Él intentó ligarse a la camarera y, cuando entró en la cocina buscándola para invitarla a salir, se encontró con el esposo. Por la propina que le había dejado era evidente que quería algo mas que una charla, así que se pusieron a negociar ahí mismo. A la gordita no le sabía mal la idea de follárselo delante del marido. En cuanto el hombre se lo propuso se excitó de solo pensarlo. Como ya habían hablado alguna vez de tener su primera experiencia swinger, el esposo aceptó sin problemas y disfrutó mucho viendo a su esposa desnuda, de rodillas, chupándole la polla a un desconocido.