Me follé a mi amiga mientras su esposo dormía en el sofá
Había ido muy pocas veces a la casa de mi amiga de la universidad, así que conocía a su marido, pero no demasiado. No teníamos mucha confianza y él apenas nos hacía compañía mientras charlábamos. Hacía más que nada un acto de presencia, como para que no nos olvidáramos de que estaba allí, por si se nos ocurría hacer cualquier otra cosa que no fuera charlar. A mi nunca se me hubiese ocurrido follármela y menos en su presencia, pero ese día se quedó dormido en el sofá y la zorra empezó a provocarme. Primero se puso a hacerme una mamada. ¡Qué morbo me daba que me estuviera chupando la polla al lado del marido dormido!. Después, como era obvio, me la follé ahí mismo, lo que me dio a sospechar que el cornudo, en realidad, estaba haciéndose el dormido y le encantaba que se follaran a la esposa.