Kendra Sunderland no puede ocultar las ganas que tiene de probar la polla de Jason Luv
Kendra Sunderland entró en la casa del negro Jason Luv y empezó a recorrerla con la vista milímetro a milímetro. Estaba maravillada. Aquella mansión era el sitio ideal para comerse una buena polla negra y es en lo primero en lo que pensó. Bastó con que Jason la dejara sola por un momento para que la zorra cerrara los ojos y se pusiera a tocarse. Así la pilló el negro, con los dedos en el coño, exponiendo su coño y sus deseos de forma indisimulable. Eso le sirvió de mucha ayuda a ambos, ya que se ahorraron las palabras y pasaron rápidamente a la acción. Jason la besó, empezó a tocarle las tetas y el chocho, ella le comió la polla y se pusieron a follar durante el resto de la tarde.