Ambar Prada me chupa la polla en el balcón para que los vecinos la miren

Conocer a Ambar Prada fue una de las experiencias más desopilantes de mi vida. Ella es toda una mujer, de esas que se llevan puesto el mundo a su paso. En la cama es una diosa del sexo, y no se avergüenza de nada. Si tiene que decir lo mucho que le gustan las pollas, lo hace sin ponerse roja. Después de la primera cita fuimos a su casa y me dio la primera sorpresa. Mientras estábamos en el balcón, me dijo que mirara a mi izquierda para que viera a uno de sus vecinos espiándola a través de la ventana. Entonces, sacó mi polla y se puso a hacerme una mamada. Mientras me la chupaba, me decía que le encantaba hacer mamadas mientras los vecinos la espiaban. ¡Nunca conocí a una tía tan morbosa y exhibicionista!