El regalo de cumpleaños de Sheena Ryder fue la polla del hijastro
Sheena Ryder sabía perfectamente lo que quería como regalo de cumpleaños. Esta vez, no le interesaba que el marido le comprara algo por internet y le llegara por correo a la casa. Lo que necesitaba realmente era una buena follada, porque hacía años que no le tocaba el coño. Por eso, a falta del esposo, se conformó con el hijastro. Si el yogurín realmente quería verla contenta en su día, tendría que sacar su polla dura y metérsela en la boca. Él no estaba convencido de follarse a la esposa de su padre, pero la madrastra tenía un culo y unas tetas irresistibles, y acabó echándole un polvo inolvidable.