Engañé a mi marido follando con el jefe en el trabajo
Tarde o temprano, la primera follada con el jefe iba a llegar. Lo supe desde el primer día de trabajo. La forma en la que me miraba las tetas mientras me entrevistaba lo decía todo. Aquel tío quería follarme y yo, al aceptar el curro, sabía a lo que me estaba exponiendo. Me costó asumir que tendría que ponerle los cuernos a mi marido, pero terminé aceptándolo así que cuando me apoyó la polla en el culo, ya sabía que acabaría penetrándome el coño. Por eso lo tomé con toda naturalidad, consciente de que aquel sería solo el primero de muchos polvos.