Aprovechando al máximo el intercambio de parejas
Los intercambios de pareja pueden ser geniales o, por qué no, un fracaso. Incluso, no siempre resultan iguales para todos, ya que cada uno puede vivir una experiencia diferente. Este intercambio swinger es un muy buen ejemplo, ya que mientras una de las mujeres se dedicaba a mirar y masturbarse, la otra aprovechaba las dos pollas y se hacía follar por el esposo mientras le comía el rabo al marido de la otra. Así fueron intercambiando de sitios varias veces, así que la morena más guarra se lo pasó teta mientras que la otra ni siquiera alcanzó a correrse metiéndose los dedos en el chocho.
