Madre japonesa quiere sexo incestuoso con su hijo
Últimamente me di cuenta de que mi hijo había crecido mucho. Ya no es un niño, es un hombre de verdad. La otra vez entré a su habitación sin tocar la puerta y él se estaba masturbando. Al ver el tamaño de su polla, me hizo comprender que estaba listo para complacer a su madre. Le doy de comer y pago sus estudios. Ya era hora de que me diera algo a cambio. Una tarde fui a su habitación, él estaba sentado allí estudiando, me acerqué a él y le bajé los pantalones. No estaba sorprendido, creo que ya sabía que tarde o temprano esto sucedería. Así fue con su hermano. Justo allí, en su habitación, le hice una mamada y luego continuó el con el trabajo. Tener sexo incestuoso con mis hijos era lo que más me gustaba.