Jovencita morena tiene fantasías con un enorme polla
Desde pequeña siempre supe lo que me gusta y lo que quiero para mi vida. El amigo de mi padre es una de las cosas qeu más deseaba, desde que era una niña, pero no me prestó nunca mucha atención. Fui paciente y dejé pasar los años, al final supe que sería mío. Y la oportunidad no tardó en llegar a mí. Necesitaba trabajar en la ciudad y me dijo que podía quedarme en su casa, ya que mis padres no estaban allí. En una de las millones de noches que compartimos, al final lo conseguí, probé su enorme polla como una loca ansiosa. Finalmente tuve la oportunidad de mostrarle que ya no era una niña. Quería que me viera por quien soy, una mujer hecha y derecha adicta al sexo pasional.