Tú solo ponle precio a tu coño que yo lo pagaré
Aunque algunas de mis amigas dicen que soy un cerdo por lo que hago, yo no me ando con vueltas. Cuando estoy cachondo, busco zorras por la calle y les ofrezco dinero para tirármelas. ¿Quién es el cerdo? ¿Yo que les ofrezco dinero o ellas que lo aceptan? Esta morena, por ejemplo, al principio daba muchas vueltas. Finalmente, cuando me aburrí de escucharla, le dije «Oye, tú solo ponle precio a tu coño; yo lo pagaré. Así de simple.» Y así fue como sucedió. La llevé a mi piso, la hice poner en bolas, le chupé todo el culo, le metí bien los dedos en el coño y me la follé bien follada como se merecía. Al que le guste bien, y al que no, que se consiga sus propias tías para follarse de la manera que sepa.