Mi novia volvió a casa con el dinero y me trajo unos cuernos de regalo
La última oportunidad que teníamos de conseguir el dinero para pagar la cuota del préstamo era yendo a la casa de empeños y mi novia, consciente de que ser joven, guapa y tener un buen par de tetas es una ventaja en estos casos, decidió ir por su cuenta. No se equivocaba al pensar que le sería más fácil conseguir la pasta que a mí. Lo que no tuvo en cuenta era que eso tendría un precio, y debería pagarlo en carne. El chaval de la tienda la llevó al cuarto trasero, la hizo desnudar y le preguntó si estaba dispuesta a tener sexo a cambio del dinero. Ella pensó que con comerle la polla alcanzaría, pero el tío no se conformó hasta recién después de follársela en todas las posturas.