Era obvio que mi hermanastra buscaba que me la follara

Hasta ayer, mi hermanastra nunca se había paseado en ropa interior por la casa. Por el contrario, siempre intentaba cuidarse de que nadie le viera un pelo de más. ¿Sería casualidad entonces que justo el día en que nuestros padres no estaban en la casa, me la encontrara en la cocina en bragas? Claro que no. Pero yo no estaba dispuesto a entrar en su juego de seducción y coqueteo. Directamente le dije que no perdiera el tiempo provocándome y que, si quería follar conmigo, me lo dijera. Ella se quedó sorprendida pero yo, sin perder el tiempo, le quité las bragas y le ordené que se quitara la camiseta. La muy zorra se puso en bolas frente a mí, se arrodilló, comenzó a chuparme la polla y, obviamente, acabé follándomela bien follada.