A la sirvienta filipina se le paga un extra por tener sexo
La situación económica es difícil, así que tengo que tener varios trabajos. Durante el día trabajo como empleada doméstica para una familia millonaria. Yo limpio la casa, preparo la comida y llevo a los niños a la escuela. Por la tarde, cuando no hay nadie en casa, hago mi segundo trabajo, me pagan por follar. Todo salió bien, después de terminar mi trabajo en casa llegaron uno o dos hombres, nos follamos y al final de la tarde se fueron. Es como una rutina, al principio tenía miedo de que mi jefe se enterara de que a parte de ser su sirvienta filipina soy puta, pero no creo que se entere. Y si me ve, puedo darle un descuento en el servicio para permitirme usar la casa. Sé que él también me desea, porque me mira el culo cada vez que limpio el suelo. La verdad es que soy una chica sexy, pero mi trabajo tiene un precio. Si quiere joderme, tendrá que pagar.