Ama de casa cachonda seduce al fontanero
El fontanero no es ningún tonto. Después de tantos años de experiencia, ya sabe a la perfección qué mujeres quieren follárselo y cuales no. Sabe detectar a la primera cualquier indicio de coqueteo, y ni siquiera las deja empezar a intentar seducirlo. En cuanto se da cuenta de que se lo quieren follar, decide. Si prefiere no follárselas, les enseña el anillo de bodas y sigue con su trabajo. Sino, sin perder el tiempo saca la polla para que se arrodillen y se pongan a chupársela, como hizo esta ama de casa madura que estaba desesperada por una buena polla y el fontanero decidió dársela.