Ana Rothbard consigue un descuento follándose al vendedor
Ana Rothbard estaba enamorada de ese Citroën blanco, pero el dinero no le alcanzaba para pagarlo. Tenía que conseguir un descuento de la forma que fuera, y follarse al vendedor era una de las opciones más fáciles. El tío no había parado de mirarle el culo y las tetas desde que la vio entrar por la puerta, así que la zorra lo puso a prueba dándole un morreo y enseguida se dio cuenta de que estaría dispuesto a bajarle el precio si ella le hacía una buena mamada y le dejaba meter la polla en el coño para que se lo taladrara hasta correrse.