Después de los enemas bajo la ducha le rompí el culo

De todas las veces que le follé el culo a mi novia, esta fue la más fácil de todas. Sin querer, mientras estaba arreglando la ducha, desconecté una manguera y la llamé para que viniera a ducharse conmigo. Bajo la ducha empecé a tocarle el coño, la volteé y le metí la manguera por el culo. La guarra empezó a gemir y me di cuenta de que le estaba gustando mucho que le llenara el ojete de agua. Cuando se la quité y la expulsó a chorros, casi se corre. ¡Mi novia resultó ser una fanática de los enemas! Así seguimos un rato más hasta que el culo le quedó bien abierto y le dieron tantas ganas de que le metiera la polla que acabé enculándola.