El jefe se folla a la secretaria por el culo en la oficina

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La morena sabía que el jefe no le había pedido que se quedara a hacer horas extras porque había mucho trabajo por terminar. De hecho, durante el día había hecho varias cosas mal, y le sobraban razones para despedirla. Era eso o pedirle algo a cambio de darle una nueva oportunidad. Por eso, la secretaria no se sorprendió cuando el jefe le pidió que empezara a mamarle la polla. Era parte del sacrificio que estaba dispuesta a hacer para conservar el curro, aunque el jefe no se conformó con eso, sino todo lo contrario. La pobre secretaria morena acabó a cuatro patas, respirando hondo para que la polla del jefe le entrara por el culo sin causarle dolor. Aunque lo disfrutó, no le gustó nada perder la virginidad anal de esa manera y en ese sitio.