El marido de mi amiga me folló por el culo
Después de ver el partido, el marido de mi amiga se ofreció gentilmente a llevarme hasta mi casa. Yo no me podía creer que fuera tan caballero y generoso conmigo que casi ni me conocía, pero pronto entendí las razones. Sus verdaderas intenciones eran las de seducirme y follarme, y lo estaba haciendo muy bien. Que el esposo de mi amiga estuviera decidido a correr el riesgo de conquistarme me provocaba mucho morbo. Solo por eso, decidí seguirle el juego y, primero que nada, le enseñé las tetas. Con eso le puse la polla como una piedra, así que me puse a mamársela mientras conducía. Antes de llegar a casa, se detuvo al costado del camino para follarme, y yo decidí ofrecerle el culo para que me enculara y se diera el gusto de vivir la aventura al máximo.