El negro invita a Eliza Ibarra a su cuarto y le da una buena follada
Eliza Ibarra se había quedado afuera de su cuarto de hotel y, hasta que el marido no regresara, no tenía adonde pasar la noche. La morena había perdido la llave, así que no le quedaba otro remedio que esperar o aceptar la propuesta que le hizo el negro del cuarto de enfrente de esperar en su habitación a que el esposo volviera. Obviamente, decidió acompañar al negro y, de paso, follárselo. El marido estaba de juerga y ella no tenía por qué quedarse aburriéndose sola. Ese negro tenía la polla más grande que había visto jamás, y en cuanto le metió los dedos en el coño y le tocó las tetas, supo que acabaría dándole una follada de muerte.