El peluquero le da todo el sexo que el marido no
A esta casada le costó mucho aceptar que el marido se fuera de viaje durante un mes y la dejara sola en la casa. ¿Cómo haría con todo? ¿Soportaría dormir sola durante tanto tiempo? ¿Le costaría mucho estar un mes entero sin sexo? Lo tercero era lo más difícil, pero de eso se ocupó el peluquero. El hombre es su confidente, así que la madura le contó lo que le estaba pasando y él, inmediatamente, empezó a acariciarla de forma sugerente. Él estaba dispuesto a darle todo el sexo del que el marido la estaba privando, así que aquella tarde se la folló por primera vez en la peluquería. Desde entonces empezaron a echarse unos polvos de muerte en los que nunca faltan las mamadas de polla, los cunnilingus y las corridas dentro de la boca de la cerda viciosa de la casada.