El sexo con mi amiga pelirroja es muy romántico
Yo sé bien que mi amiga pelirroja está enamorada de mí. Lo supe desde el primer día en que me la follé, cuando en medio de un morreo me miró a los ojos mientras acariciaba mis mejillas y comenzó a repetirme que me amaba con locura y que no quería perderme. Pobre, le cuesta mucho asumir que yo tengo novia y no tengo intenciones de separarme. Sin embargo, no pierde las esperanzas y yo, gracias a eso, aprovecho y me la follo siempre que me sale de los cojones. La guarra me chupa la polla con tantas ganas que me cuesta evitar correrme, pero trato de hacerlo para seguir follándomela y echarle la leche dentro del coño.