Ella Hughes destrozada por dos pollas negras
Ella Hughes les había echado el ojo a los dos negros que no paraban de mirarla un segundo. Ellos tenían evidentes intenciones sexuales, y les importaba tres cojones que el esposo anduviera por allí. Era cuestión de que se les presentara la primera oportunidad, algo que la zorra también estaba buscando. Finalmente, tras un primer encuentro en la piscina, quedaron en verse en su apartamento para concretar el ansiado trío interracial. Apenas ellos cruzaron la puerta, no hicieron falta las palabras. Se desnudaron entre los tres, la pelirroja se puso a mamarles las pollas y los negros se apoderaron de sus agujeros para follársela una y otra vez antes de que el esposo apareciera.