Espiando el coño peludo de mi madrastra con una cámara oculta

Siempre admiré el cuerpazo de mi madrastra. Vestida, la zorra se ve mucho mas joven y tiene el cuerpo de una colegiala. Para peor, mi padre se lo pasa halagándola en público y contándole a los amigos lo buena que está su mujer desnuda. Yo hacía tiempo que tenía ganas de verla en bolas. Me había masturbado imaginándomela muchas veces, pero necesitaba verle el culo, el chocho y las tetas. Desesperado, decidí poner una cámara oculta en el baño y, así, me llevé una gran sorpresa. Al ver a mi madrastra desnuda descubrí que tenía el coño peludo por completo, como tanto me gusta. Al final, en pelotas la guarrona era mucho más guapa de lo que pensaba.