Incursionando en la homosexualidad con el colega del trabajo

Evidentemente las ganas que tenía de probar una polla se me notaban en la cara, porque sino no se entiende cómo es que mi colega del curro se dio cuenta. Yo soy un tío bien masculino, sin ningún modal que dé para que nadie sospeche de mi hombría, pero esa tarde cuando nos quedamos solos me preguntó si quería que me follara y yo, sin pensarlo ni dudarlo, le respondí que sí. No sé cómo no se me ocurrió mandarlo a tomar por culo. Era obvio que tenía tanta necesidad de sentir un buen rabo follándome el culo que no podía dejar pasar la oportunidad. ¿Me habré hecho gay? No lo sé. Lo que es seguro es que me encantó que me rompieran el culo.