La abuela se calentó con el entrenador y se lo folló
La calentura que se pilló la abuela cuando el entrenador le puso las manos encima fue tremenda. Hacía años que nadie la tocaba ni con un palo y estaba muy necesitada de sexo. El entrenador se dio cuenta enseguida, pero tardó en tomar la decisión de follársela. No estaba seguro de si la polla se le pondría dura con una vieja como ella. Temía no poder complacerla y perderla como clienta, pero al final tomó coraje y decidió ponerla a comerle el rabo para acelerar la erección. ¡La polla se le puso como una piedra! Después de eso, le fue muy fácil penetrarla y conservar la verga dura incluso hasta mientras le chupaba el coño.