La enfermera Jessa Rhodes se ocupa de la erección de James Deen
La enfermera Jessa Rhodes no podía creer lo que sus ojos estaban viendo. la erección del paciente James Deen era tremenda, y su polla, enorme en estado natural, se veía gigante. Para ella era un desperdicio que lo operaran para bajarle la erección. ¿Qué mejor que una polla así de grande para disfrutar de una buena sesión de sexo? De pronto, la tetona sintió que ya no podía resistir la tentación de mamársela y se la metió en la boca. Se puso a chuparla con mucha dedicación y, antes de que se corriera, se pusieron a follar en todas las posturas.
