La niñera Paris White volvió a llegar tarde a currar
La niñera Paris White se preguntó cómo podría hacer para follarse a su jefe Chocolate God el primer día que lo conoció, y encontró la respuesta la mañana en que volvió a llegar tarde a currar pero, esta vez, él estaba esperándola para echarla. La rubia, por supuesto, comenzó a rogarle que le diera una nueva oportunidad, mientras se le insinuaba intentando romper la resistencia que le generaba ser un hombre casado. Claro que contra una lengua como la de Paris, no hay mucha defensa. La mamada que le dio la rubia le puso la polla como una piedra. El negro, entonces, decidió perdonarla y follársela. Para Paris fue su día de suerte. Había sido perdonada y, al mismo tiempo, cumplió su fantasía de probar el sexo interracial. ¡Un gran negocio para la rubia!