La paja en público despertó las fantasías de la pelirroja
Esta pelirroja se quedó atónita al descubrir al chaval que estaba masturbándose en la parada del autobús. El tío estaba de pie, con la polla afuera del pantalón, cascándosela alevosamente y con muchas intenciones de correrse. Ella, al pararse a un costado para mirarlo, le hizo bajar la intensidad. Ahora ya no se pajeaba solo para él, sino también para la pelirroja, que se imaginaba sentándose a su lado para comerle la polla y ponerse a cabalgarla hasta correrse frente a todos los presentes. Por desgracia la zorra no se animó a tanto, pero que tenía ganas es algo que nadie puede dudar.