Le comí la polla a un chaval en el coche antes de llegar a casa
Me resisto a regresar a casa de una noche de juerga sin haber tenido sexo antes, y aquel sábado que estábamos con mi amiga, habíamos conocido a dos chavales que, al salir de la disco, se ofrecieron a llevarnos a mi casa. El problema era que allí estaban mis padres así que sería imposible invitarlos a follar, por lo que no me quedó otro remedio que contentarme con comerle la polla al tío que me gustaba en el asiento trasero del coche. Aunque no se pareció en nada a una buena follada, al menos puedo decir que tuve algo de sexo y me di el gusto de mamar una rica polla.