Los hermanastros se follaron duro a la madrastra Syren De Mer
Syren De Mer se sentía cada día más sola después de la muerte de su marido. La depresión la invadía por completo. Ella, una mujer que siempre había sido sexualmente activa, llevaba muchos meses sin probar una polla. Tan mal estaba que decidió confesárselo a su hijastro. El chaval, para hacerle el favor, convenció a su hermanastro de que tenían que follársela para dejar de verla triste. Aunque no le parecía para nada ético, la madura estaba tan caliente que no opuso resistencia. Entre los dos se turnaron para follársela por todos los agujeros haciendo un trío en el que le devolvieron las ganas de vivir.