Mamando polla y dejándose follar por dinero en el vestuario
Un pervertido entró en el vestuario de las mujeres y las pilló a casi todas desnudas, pero cubiertas con sus toallas ya que acababan de salir de la piscina. Desesperado por ver una teta, un culo o un simple coño, sacó una montaña de billetes y comenzó a ofrecerles dinero a cambio de que se desnudaran. Las tías lo mandaron a tomar por culo, excepto una, que mientras todas las demás se marchaban, decidió quedarse. Las amigas la miraban sorprendida. ¿Para qué se quedaba allí, sola, con el pajero pervertido ese? Pues, por lo evidente. Cogió el dinero, se quitó la toalla y, completamente desnuda, le hizo una mamada y le dejó meterle la polla en el coño y follársela bien follada.