Mi hermanastra vino de visita en navidad y nos echamos un polvo épico
Hacía ya un par de años que no veía a mi hermanastra, desde que se había ido a vivir a otro país. Cuando regresó por navidad, la encontré bastante cambiada. Sus tetas habían crecido enormemente, su cuerpo estaba repleto de curvas, con un culo perfecto que daban ganas de comérselo, y estaba más guapa que nunca. Para colmo, por sus actitudes y su forma de vestir estaba hecha toda una puta, así que empezamos a coquetearnos y al rato ya la tenía mamándome la polla. Después, como era obvio, la puse con el culo en pompa y me la follé hasta llenarle el ojete de leche. ¡Qué bien que nos lo pasamos!