Mi vecino vino a arreglar la lavadora y le pagué en carne

Mi vecino era el único que podía ayudarme con la lavadora y yo, de solo imaginármelo en casa arreglándola, me puse cachonda. Por eso lo recibí en bragas, cubierta solo con mi camisa. Él lo notó apenas entró, pero intentaba evitar mirarme el culo para no llevarse una desilusión. No sabía si yo lo estaba provocando a propósito o sin querer, así que cuando terminó tuve que quitarme la camisa y quedarme en tetas para que se enterara de que estaba dispuesta a pagarle en carne. ¡Me encantó arrodillarme frente a él y chuparle la polla! Sin embargo, lo mejor vino después, cuando me volteó y me folló…