Mientras sigamos haciendo el 69 seguiremos siendo felices

A nuestra edad ya no follamos como antes. Debo reconocerlo. Son tantos años de matrimonio que penetrar a mi mujer y taladrarle el coño hasta correrme ya no me gusta tanto como antes. Sin embargo, el sexo nunca nos falta. Los dos somos expertos en sexo oral, y sabemos a la perfección lo que le gusta al otro. Mi esposa sabe hacerme unas mamadas increíbles, a la velocidad perfecta y manejando la lengua como toda una profesional. Yo, de tantos cunnilingus que le he hecho, he aprendido a comerle el coño mejor que una lesbiana. Por eso, nuestra postura favorita es la del 69, y mientras sigamos practicándola, seguiremos siendo felices por siempre.