Pillé a mi tía masturbándose y me la follé

Encontrarme a mi tía masturbándose en el sofá del salón fue una gran sorpresa. ¡Ni siquiera sabía que la vieja todavía se masturbaba a su edad! La gorda, cuando me descubrió, se alegró como nunca. En ese momento estaba necesitando una polla de forma urgente, y allí estaba su joven sobrino, mirándola, tocándose y con la polla dura. Mi tía me invitó a acercarme y yo no dudé un segundo. Hacía tanto tiempo que no me follaba a ninguna mujer que taladrarle el coño no me venía nada mal. Ese día, comprobé que las maduras, sin importar la edad ni la relación familiar que tengan, la chupan mejor que las jovencitas.