Salimos a correr y acabamos follando al costado del camino
No hay nada como una buena follada al aire libre. De joven me había tirado a un par de chicas en el bosque, pero me había olvidado de lo mucho que mola hasta que ayer salí a correr con mi novia nueva. De repente nos encontramos en un sitio completamente desierto, decidimos parar a descansar un rato y la muy guarra se puso de rodillas frente a mí y me pidió que me desnudara. Mi novia se puso a hacerme una mamada increíble y, obviamente, le pedí que ella también se encuerara para follármela. Por fin he vuelto a tener sexo en un sitio público bajo los rayos del sol, y ahora que sé que a mi nueva novia eso le da mucho morbo, no vamos a parar de follar en todos los sitios.