Sorpresa bisexual para el cumpleaños

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Fue una sorpresa para este hombre, no puede negarlo. Pero tampoco puede negar que se sintió realmente bien cuando cerró los ojos y se dejó llevar por el placer. Mientras su esposa lo besaba y lamía por todas partes, él seguía gimiendo. Su pene se sentía como una boca muy talentosa lamiendo y chupando su prepucio sin parar, sin duda que el orgasmo llegaría pronto. Esta rubia alta y musculosa sabe usar muy bien la boca y eso lo excita. Nunca antes había sentido que un hombre le hiciera una mamada, pero no es tan malo. Todo mejoró, incluso cuando se puso a cuatro patas y dejó que la rubia le chupara el ojete. El placer se apoderó de su cuerpo y lo único que quería era entrar.