Stella Cox se folla al masajista negro
Stella Cox supo que acabaría follando con el masajista negro apenas él le abrió la puerta. Con lo mucho que le gustan los negros altos y musculosos, sería imposible que no se pusiera cachonda en cuanto le pusiera las manos encima. Sabía conscientemente que él también se excitaría al verla desnuda y, sobre todo, al tocarle las tetas. Solo necesitaba que le metiera los dedos en el coño para atreverse a comerle la polla, y el negro empezó a masturbarla enseguida. Era evidente que él tenía tantas ganas de follársela como ella de que le taladrara el coño con su polla, y todo acabó con una abundante corrida en la boca dela tetona.
