Una copa de vino me bastó para emborrachar a mi amiga rubia y follármela
Mi plan de esa noche era emborrachar a mi amiga para aprovecharme de su estado y follármela. Cuando la vi entrar por la puerta, no me quedaron dudas de que iba a poder cumplir mi objetivo. Estaba vestida como una zorra, toda de azul claro, con lencería sexy y unas medias que de solo verla se me levantó la polla. Era obvio que había venido a follar, pero por las dudas, le ofrecí una copa de vino. Eso fue suficiente para que se transformara en una golfa y me dejara meterle mano. La rubia se puso cachonda tan rápido que casi me saca la leche mientras me la estaba mamando, así que después de follármela le metí la polla en la boca y le hice tragar toda mi corrida.