Mi vecino dejó la puerta abierta para que me folle a su mujer por el culo
Me parecía muy raro que la zorra de mi vecina se estuviera exhibiendo delante de la ventana sin temor a ser vista. Nunca antes la había visto así, enseñando las tetas y el culo, así que me llevé una gran sorpresa. Cuando el marido se fue y dejó la puerta abierta, entendí que ella me estaba provocando y que él le había dado su consentimiento para que me la follara. Dudé un poco pero al final me animé a entrar en su casa y ella, sin sorprenderse, me recibió desnuda, ofreciéndome su coño y su culo para que los hiciera míos. Le eché un polvo inolvidable y le gustó tanto que me pidió repetir la experiencia. Al día siguiente, volví a encontrarme con la puerta de su casa abierta. Obviamente, volví a follármela como tanto estaba deseando. ¡Qué rico es follarle el culo a mi vecina!