Nos pillaron follando por culpa de la cámara oculta
La verdad es que fuimos muy gilipollas. Por una calentura, nos quedamos sin curro. Todavía me pregunto como fue que no nos pusimos a ver donde estaban las cámaras ocultas de seguridad antes de ponernos a follar en el almacén. Estábamos convencidos de que nadie jamás podría pillarnos, y resulta que estábamos siendo grabados. Lo peor es que cuando el guardia de seguridad descubrió el video, aparte de enseñárselo al jefe, se lo copió en el móvil y se lo envió a todos nuestros compañeros de trabajo. La vergüenza que tuvo que pasar la rubia es indescriptible. Todos las vieron desnuda, chupándome la folla y gozando como una perra salida. Para ella, que la hayan echado fue como hacerle un favor.