Follar con mi hijastra era mi gran fantasía

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Esa mañana, esperé a que mi esposa saliera por la puerta para poner mi plan en marcha. En cuanto mi hijastra entró en la ducha, me puse a contar el tiempo y a los dos minutos, abrí la puerta para pillarla completamente desnuda. ¡Me moría de ganas de ver esas tetas, ese coño y ese culo enorme! Follármela era mi gran fantasía, pero eso ya dependía de ella. Por suerte, con enseñarle la polla conseguí ponerla cachonda, así que acabé cumpliendo mi sueño de echarle un buen polvo y hasta me di el lujo de disfrutar de que me hiciera una mamada para el campeonato.