Tuve que darles mi culo y el de mi novia a los chulos de la fraternidad

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Entrar a la fraternidad sí que se me puso difícil. Después de haberles chupado la polla a los dos líderes, me exigieron que regresara con mi novia. Sabía que me humillarían obligándome a mamarles las pollas frente a ella y que sin dudas se la follarían en mis morros, pero lo que no me imaginaba era que tanto el líder como el negro me follarían el culo. Eso sí que fue humillante. En un momento, nos pusieron a mi novia y a mí a cuatro patas y nos encularon uno al lado del otro. Después intercambiaron lugares mientras se reían y festejaban que nos estaban humillando como nunca. ¡Lo peor de todo es que a mi novia le encantó!